La rinoplastia es la cirugía que modifica la forma de la nariz y es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentemente realizados en cirugía plástica. La rinoplastia puede disminuir o aumentar el tamaño de la nariz, cambiar la forma de la punta o del dorso, estrechar los orificios nasales o cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior. También corrige los problemas congénitos, los traumatismos y algunos problemas respiratorios. Cuando además se corrige la desviación del tabique nasal para mejorar la función respiratoria se denomina septorrinoplastia.
En esta cirugía, la edad también debe tenerse en cuenta. La mayoría de los cirujanos plásticos preferimos esperar hasta pasada la adolescencia, cuando la nariz se ha desarrollado completamente.
La rinoplastia se realiza siempre en quirófano, con anestesia general, dentro de una clínica u hospital. Normalmente se permanece en la clínica la noche tras la cirugía, dándose el alta al día siguiente.
Una rinoplastia suele durar entre 1 y 2 horas, aunque en casos complejos puede llevar más tiempo. En la mayoría de los casos este procedimiento se realiza desde dentro de la nariz, haciendo unas pequeñas incisiones en el interior de los orificios nasales; otras veces, es necesario hacer una rinoplastia abierta, sobre todo para los casos más complejos, en la que se realiza una pequeña incisión en la columela.
Cuando se completa la cirugía, se coloca una escayola de yeso u otro material, que ayudará a mantener la nueva forma de la nariz. También se colocan tapones nasales en ambos orificios para evitar el sangrado y estabilizar el tabique nasal.
Tras la cirugía, y sobre todo durante las primeras 24 horas, puede sentir la cara hinchada, molestias sobre la nariz y dolor de cabeza, que ceden con medicación. Debe permanecer con la cabeza elevada durante el primer día. Aplicándose compresas frías disminuirá la hinchazón y se encontrará mejor. En cualquier caso, se sentirá mejor de lo que pueda parecer por su aspecto. La mayoría de los hematomas y de la hinchazón desaparecerán en unas 2 semanas (una mínimo hinchazón apenas perceptible podrá durar unos meses). Es normal que durante los primeros días se produzca un ligero sangrado por la nariz. No deberá sonarse la nariz con fuerza durante una semana, más o menos, hasta que los tejidos cicatricen. Si tiene tapones en la nariz, éstos serán retirados en 2-4 días. Después de una semana, o como mucho dos, se le retirará la escayola y los puntos de piel, si es que tiene. No debe llevar gafas durante 1 mes.
Cuando la rinoplastia es realizada por un cirujano plástico cualificado las complicaciones son infrecuentes y de poca importancia. No obstante, siempre existen posibilidades de complicaciones, como infección, sangrado por la nariz o reacciones a la anestesia. Se pueden minimizar los riesgos siguiendo de manera cuidadosa las instrucciones, tanto antes como después de la cirugía. No suele haber problemas relacionados con las cicatrices, ya que las incisiones están en el interior de la nariz; incluso en la rinoplastia abierta la cicatriz es imperceptible.
En alguna ocasión, ya sea por graves alteraciones anatómicas iniciales, por trastornos en la cicatrización de los tejidos, por traumatismos postoperatorios, etc., no se consigue la perfección del resultado (asimetrías, irregularidades en el contorno nasal, etc.) por lo que puede ser necesario un pequeño retoque quirúrgico que, en tal caso, se realizará a partir de los seis meses. Esos casos son impredecibles y ocurren incluso a los pacientes de los cirujanos plásticos con más experiencia.
Durante los primeros días después de la cirugía, la cara está hinchada y con hematomas. Día a día el aspecto mejora y en 1 ó 2 semanas no parecerá que usted se haya sometido a una cirugía. La mejoría es progresiva y gradual, aunque una mínima hinchazón puede mantenerse, sobre todo en la punta, durante unos meses. El resultado definitivo se obtiene en 1 año aproximadamente.